Solo Nadie

Mi corazón vuelve a pararse. Lo intenta pero no es capaz de latir. El viento parece que impulsa mi pecho semejando masajes cardíacos pero no lo consigue. Todo está en silencio, nada se oye, está todo triste, muerto, no se mueve.


Nadie me entiende, nadie me escucha, nadie...

No sé como superaré sentir lo que ya antes sentí, la pérdida de alguien paulatinamente. Lo veo, no lo quiero admitir, pero terminas adminiéndolo hasta no parar si no lo destruyes.
¿Estaré yo destruyendo la semilla que un día planté?

Todo se acaba, todo permanece... todo se muere.

R.I.P

Hoy he muerto.

Hacía mucho tiempo que no me sentía como me siento. Tuve momentos malos, pero siempre me quedaba un hueco de esperanza, tú.
Ahora se está acabando todo, presiento. Ya no volveré siento que la distancia que antes nos unía hoy nos separa.

Hay algo que valoro en la amistad. El respeto, la confianza y el cariño y hoy por hoy no siento ninguna de las tres cosas. La gente me vuelve a fallar, como un día lo hiciste tú, que nunca leerás este blog.
Me siento dolida, cansada, aburrida, agobiada, estresada, sensible, irritada, sola, como siempre, como nunca, como me desacostumbré a estar y me volví a acostumbrar en cuestión de minutos.

Fue un buen año, me lo pasé bien, pero todo eso terminó, ya no existe y me conozco por mucho que cambien las cosas no volverán al principio. Ya todo terminó.

No se como expresarlo, no se como sentirlo.
Hace un mes que lo padezco y no lo puedo arreglar, en cuestión de tiempo se soluciona, pero será demasiado tarde. Nos habremos cansado antes.

Me siento utilizada, por todas partes, maltratada, y todo lo que se pueda decir.
Me siento vacía, sin mitad, como si no tuviera piernas o brazos, tal cual pero esta vez sin corazón.
No creo en la amistad, no creo en la confianza, no confío al 100 % en absolutamente nadie.

Hoy fue el colmo y he firmado mi muerte.