En este tiempo he tenido tantas sensaciones y tan variadas que me costará mucho expresarlas con claridad.
Empezaré por donde me quedé , por el mes de marzo, que siguió con total normalidad.
Llegó semana santa y mis sentimentos escogieron que mi destino debía ser diferente al que yo planeé con antelación, el que me hubiera gustado tener si las cosas fueran de diferente forma.
Lo siento, no fue algo planeado, pero no hay vuelta a atrás.
Mis sentimientos volvieron a florecer poco después, pero no durarían vivos durante mucho tiempo...
Llegó el verano, y todo volvió a cambiar... volví a verte, volví a decepcionarme una vez más... y el verano murió.
Ahora, cuando el otoño llama a la puerta, vuelvo a sentirme viva, feliz, se vuelve a juntar un círculo que nunca se había cerrado...
Y quien sabe, puede que salga bien...
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